MAS MENTIROSO QUE EL PRESUPUESTO

Entró al bar puteando. Se sentó en la mesa de siempre. Esa que da sobre Santiago del Estero. Tiró el diario. Apoyó los codos, se agarró la cabeza y se le escuchó un gordo y la puta que te parió. Me la hiciste de vuelta.

- ¿Qué te pasa Orlando? – preguntó el mozo.

- Y qué va a pasar… ¿Sabés que me hizo el gordo ahora? Me puso en la sección de economía.

- ¿Y? ¿Cuál es el problema?

- Que yo cuento hasta 25. Gallego, si no sé ni las tablas de multiplicar. Necesito la calculadora hasta para una cuenta simple. Y no me vas a dar una científica porque no sé ni cómo se prende.

Orlando Gomenzoro era el nuevo jefe de redacción de la sección de economía del diario. Era también el subdirector, el redactor, el cadete, el maestranza. Era todo y mucho más porque el presupuesto daba para una persona. Y me quiere hacer tragar el cuento del puesto jerárquico –protestaba-. Gallego, traeme lo de siempre, un cortado y una salada de grasa. Abrió el bolso. Sacó el cuaderno y una birome azul trazo fino. Ya no usa los América anillados. Ahora, cuadernos Gloria porque la da ínfulas de periodista de investigación. Buscó la sección de economía y empezó a leer sobre el presupuesto.

Mientras, llegó el gallego. “Acá te traigo, Truman. Hoy te recibís de Cavallo”. Lo miró con cara de Cavallo mientras habría el sobrecito de azúcar.

Folió la primera hoja. Escribió: “29 de octubre de 2018. Definición de presupuesto: Conjunto de los gastos e ingresos previstos para un determinado período de tiempo. Las metas para el año que viene son: déficit 0. Es decir, cero. Me acuerdo de Cavallo. Crecimiento negativo del PBI del 0.5%. No entiendo cómo se crece en forma negativa. La inflación será del 23%. El dólar estará a 40 mangos”.

Pegó el primer mordiscón a la salada. Pensó y anoto al margen, al lado de inflación del 23%. “Este año va hacer del 45. ¿Cómo la van a bajar a la mitad?” Encerró la anotación en un círculo, dibujó una flecha que apuntó a continuación del último párrafo. “En el presupuesto del 2018 la inflación iba a ser del 10%. Luego modificaron la ley en conferencia de prensa y dijeron el 15%. Sí. Modificaron una ley en conferencia de prensa y no con otra ley. Luego dijeron el 20. Después el 25. Después dejaron de tirar números porque le erraban a lo loco”.

Se quedó pensando en el dólar a 40 pesos. Hoy está en ese valor. Si vas a tener una inflación del 26 por ciento el año que viene y en este último cuatrimestre más del 10 por ciento, eso significa que el primero de enero de 2020 el dólar va a valer un 40 por ciento menos. En términos reales, va a valer 24 pesos. ¿No pensarán devaluar, me imagino?, dijo en voz alta.

El mozo escuchó devaluación y casi se infarta. Se acercó a Truman con algunas palpitaciones y, como quien quiere la cosa, le preguntó cómo iba.

- Mirá Gallego. Acá dicen que quieren tener cero de déficit para el año que viene.

-Ah! ¡Cómo Cavallo!

- Sí. Pero escuchá. Para eso van a recortar el presupuesto de obras publicas. Menos del 7 por ciento en términos nominales que equivalen a 30 por ciento en término reales. Mirá esto: infraestructura para educación: 0 por ciento en términos nominales, -23 por ciento en términos reales.

El gallego tenía cara de no entender. “Te pongo un ejemplo. Si este año se disponía 100 pesos para infraestructura para educación, el que viene van a disponer de otros 100 pesos. Ahí tenés 0 por ciento en términos nominales. Pero estos muchachos dicen que van tener 23 por ciento de inflación. Entonces, en términos reales, van a gastar 77 pesos. ¿Me entendés ahora?”.

- Creo que sí. Voy a atender la mesa que recién entró y me seguís contando.

Truman tomó con cuidado el primer sorbo de café para no quemarse. Pero ya se había entibiado. Siguió con atención cómo iban a lograr el déficit 0: anotó quita de subsidios. Textual: “Bajan partidas de subsidios para luz, gas, agua y transporte público. Casi un punto del PBI. La tarifa social la transfieren a las provincias. Pero no le pasan plata. Además ajustan tarifas por inflación y dólar. También va a ver un ajuste en empresas públicas. Dicen que no van a echar gente. Sino que no van a contratar nuevos trabajadores para reemplazar a los que se jubilen o retiren voluntariamente”. Hace una anotación marginal: “No les creo. Para estos, echar gente es un orgasmo”.

- Te veo muy concentrado, Orlando.

- Es que no entiendo nada. Todo baja. El presupuesto de educación, seguridad social, educación, salud, asistencia social, vivienda y urbanismo. Todo baja. ¿Sabes lo único que sube? El pago de intereses de deuda. Seiscientos mil millones de pesos. Dieciséis mil millones de dólares. En servicios de deuda se van veinticuatro veces más que en obras de agua potable y alcantarillado. Más de veinte veces más que en viviendas y urbanismo. Casi trece veces que en ciencia y técnica. Cuatro veces más que en salud.

- ¿Vos estás seguro? Dame un ejemplo como el otro.

- Mirá. Por cada 100 pesos que se paguen de intereses se gastará 38 en educación, cada 100 pesos se gastará 25 en salud, y así 11 en protección social, 7,7 en ciencia y técnica, 4,8 en vivienda y urbanismo, 4,1 en agua potable, 1,8 en trabajo. ¿Sabés cuánto gastan en industria? 10 centavos.

- Si lo decís vos que los votaste.

El gallego no vio la mirada de odio. Se había dado vuelta porque lo llamaron de la mesa del fondo. Truman siguió anotando en su cuaderno Gloria: “600.000 millones de pesos. Número mágico. El 16 por ciento de los gastos del presupuesto son para intereses de deuda. En 2015 los servicios de deuda representaban solo el 8,1 por ciento del total de los gastos.”. Improvisa un cuadro: “Deuda externa: 261 mil millones de dólares. Deuda pública total (interna más externa) 332 mil millones de dólares. Fuga 108 mil millones de dólares”. Anotación marginal: “Deuda externa aumentó 56 por ciento desde octubre de 2015. Un 27 por ciento más que en 2017. Deuda pública Total aumentó 30,7 por ciento respecto octubre 2015”. Sacó el celular, hizo una cuenta y escribió abajo del último párrafo: Se fueron casi 450 mil millones de dólares y no sabemos dónde está. ¿No será el PBI que anda faltando?”. Cerró el cuaderno y pidió la cuenta.

- Mirá Gallego. Lo que vamos a pagar de intereses equivalen a 353 millones de asignaciones universales por hijo, 69 millones de jubilaciones mínimas, 56 millones de salarios mínimos. Veinte mil jardines de infantes ¿Te acordás de los tres mil que iban a hacer en cuatro años? El año que viene vamos a pagar 1.600 millones de intereses por día. Algo más de un millón de pesos por minutos

- Y ahora tenés que pagar el café y la medialuna.

Truman pagó. Dejó de propina dos monedas. Una de dos pesos y otra de un peso. La chiquita, esa de color cobre. El gallego miró la mesa, arqueó las cejas, los ojos desorbitados, como preguntando qué es eso.

- Ajuste presupuestario, Gallego. Ajuste presupuestario.